Debe criticarse el anquilosamiento de las normas jurídicas por su falta  de adecuación a los valores actuales. De hecho, es patente la urgente  necesidad de la reforma de ciertas leyes. Hoy España se encuentran en  una situación paradójica y chocante: un sinnúmero de viviendas están  vacías y a la vez existe una gran demanda de las mismas. Un obstáculo lo  permite: el precio todavía excesivo - dentro del mercado - de las  viviendas o, lo que es lo mismo, el hecho que el salario medio claramente insuficiente para comprar un piso. 
En algunos casos la paradoja ha sido más  dura: una vivienda, que prácticamente ya era de su legítimo comprador,  debe ser devuelta, al no poder acabar de saldar la deuda con el banco, y  a la vez hay que acabar de pagar la deuda. En otras palabras, no se  acepta, como en Estados Unidos, la dación en pago de la vivienda a  cambio de la condonación de la deuda. Con la presente crisis, muchas más personas se han quedado sin casa y con la deuda de la casa. La ley,  sin embargo, sigue siendo la misma. 
La consciencia de que ésto es  injusto cada vez es mayor. Hay ido calando esta consciencia incluso  entre las altas instancias judiciales: un juez de la Audiencia  Provincial de Nafarroa dictó un auto el pasado 17 de diciembre en el que  consideraba que bastaba con entregar la vivienda al banco (en este  caso, el BBVA), para saldar la hipoteca (de 30.000 €, poco menos de la mitad de la deuda total), 70.000 €, incluso en el caso  de que la casa se hubiese depreciado, como había sucedido. Esto va, sin duda, contra la ley. Ahora  bien, es justo, dice el Juez, porque lo contrario sería "moralmente  intranquilizante y rechazable". Además, añade críticamente: la crisis  tiene su causa, en parte, en "la mala gestión del sistema financiero,  del que resultan protagonistas las entidades bancarias". En suma, esto  daría pie a que algún día la ley cambie. La ley ya no es sagrada. Hay que cambiar urgentemente el Código civil español.
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