dimarts, 22 de febrer del 2011

Estació de Pitis de Madrid

L'any 1990 era econòmicament força infeliç. L'atur era altíssim i la inflació de la peseta era astronòmica. Si no fos per l'euro, seríem al 1990. El cas és que els recursos no eren limitats, sinó quasi inexistents. El deute era un dels plats forts dels pressupostos de l'Estat, exactament com ara - els diners públics adreçats a pagar el deute han passat dels 17.400 (Pressupostos del 2009) als actuals 27.400 milions (enguany). En aquesta línia, el deute de la Generalitat ha passat de ser de 1.614 (Pressupostos del 2009) als quasi 3.000 milions (de l'any passat, perquè encara no tenim a Catalunya Pressupostos del 2011). En altres paraules, la cosa no rutlla.

Per això, fa uns dies el Govern de la Generalitat (el conseller de Territori, Recoder), amb més o menys encert, ha decidit que la construcció de la L9 de metro s'endarrerirà, així com hi haurà algunes estacions que, simplement, sortiran del projecte. La causa: no hi ha diners. Ara bé, sembla que això no va ser un obstacle a la vila de Madrid per seguir construint una de les línies de metro més gegantines d'Europa. Madrid té un deute, per això, astronòmic. Amara la idea que, si no ho paga l'Ajuntament, aleshores ho pagarà Espanya, perquè, és clar, n'és la capital.

Cal dir una cosa: les estacions de la L9 projectades a Barcelona, totes eren dins de la ciutat. Massa obvi, però sols per a algunes mentalitats. Vet aquí que la grandiositat de la xarxa de metro madrilenya va més enllà de la ciutat, dels indrets habitats, dels indrets on hi ha alguna cosa. Alguna cosa. A la línia 7 del metro de Madrid hi ha una estació, dita PITIS. Surts i ets al nord de la ciutat, però molt lluny de qualsevol indret habitat. Lluny, hi passa una autopista, per descomptat, no pas de pagament. Quan va ser construïda PITIS? Doncs l'any 1990, que és com dir, l'any 2010, en plena crisi econòmica.

Aquesta és una diferència entre Catalunya i Espanya: qui vulgui entendre, que entengui.

diumenge, 20 de febrer del 2011

Pressupostos de la Generalitat de Catalunya, transversalment 2010-2009

Total pressupostos
2010: 32.518.727.497,53
2009: 29.730.757.464,54

Deute públic
2010: 2.914.726.574,50
2009: 1.614.184.148,78

Pressupostos generals de l'Estat, transversalment 2009-2010-2011

Desocupació
2011: 30.474.059.630
2010: 30.974.836.280
2009: 19.615.945.860

Transferències a altres administracions públiques
2011: 42.811.178.510
2010: 73.598.570.600
2009: 66.414.577.660

Deute públic
2011: 27.400.000.000
2010: 23.200.000.000
2009: 17.400.000.000

dimarts, 15 de febrer del 2011

Privilegis reials: atorgats per la Constitució i el Codi Penal espanyol


Son muchas las personas que piensan que no debería existir una monarquía en España. Por ello, a menudo se critican “los privilegios” de los que goza la Familia Real, pero de un modo abstracto, indefinido o, cuanto menos, incompleto. Casi siempre se censura el hecho de que la población española mantenga económicamente a la Familia Real (esto queda recogido en el art. 65.1 de la Constitución: “El rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el sostenimiento de su Familia y Casa, y distribuye libremente la misma”). Un caso flagrante: la boda de Felipe y Letizia costó más de 21 millones de euros. 

Sin embargo, los privilegios jurídicos son menos conocidos por la opinión pública y, en cambio,  tanto o más discutibles que la cuestión económica. Los autores del libro señalan que, como lo establece la Constitución en el art. 56, la persona del Rey es “inviolable y no está sujeta a responsabilidad”. Es cierto que sus actos deben ser refrendados por el Presidente del Gobierno: ahora bien, sólo los actos de raigambre público. Por tanto, el Rey puede actuar, en sentido estricto, sin límites jurídicos en el ámbito de su intimidad.

Por tanto, se puede decir que el Código penal, con carácter general, no puede ser aplicado al Rey. En el caso de perpetuar algún crimen, la consecuencia del mismo implicaría, como máximo, que la persona real estaría desobedeciendo el mandato constitucional de refrendar sus actos. En otras palabras, sólo sería posible condenar el Rey violando la legalidad. 

En esta línea se incardina la protección que confiere el Código penal al Rey y a su familia, incluidos Regentes. Ante iguales hechos, en mismas personas, las penas de los delitos contra el Rey con mucho más gravosas que las penas relativas a los crímenes contra cualquier otro sujeto. 

El homicidio, en principio, tiene una pena de prisión de 10 a 15 años. Sin embargo, si la víctima es el Rey, la pena pasa a ser de 20 a 25 años. En otras palabras, matar el Rey equivale, para un hombre de a pie, a matar su esposa con alevosía y ensañamiento, aumentado desproporcionada e innecesariamente su dolor. 

Esto significa que la vida del Rey es un bien jurídico más protegido que la vida. Rotundamente: la vida del Rey es más importante. Podríamos llegar a muchos absurdos: el Tribunal Constitucional (que actualmente está decidiendo sobre la constitucionalidad de la ley orgánica de interrupción voluntaria del embarazo) quizá debería decir que el aborto está permitido en el común de las personas, pero no en ningún componente de la familia real, dado que su vida no admite, en absoluto, ningún tipo de negación. Siguiendo esta idea, habría que pensar en una regulación a parte de los delitos contra la vida humana dependiente. Aventuremos un supuesto: ¿acaso serían iguales las penas aplicadas a quien provocase el aborto a una mujer cualquiera que a Letizia Ortiz? Parece ser que no deberían ser iguales, de acuerdo, análogamente, con la ley penal.  

Las lesiones sobre miembro u órgano principal tienen una pena de 6 a 12 años, mientras que si han sido cometidas contra el Rey de 15 a 20. Las lesiones sobre miembros u órganos no principales están penados con penas de 3 a 6 años, mientras que si son contra la real persona, de 8 a 15 años. Esto quiere decir que la integridad física del Rey es, con creces, mucho más digna de protección que la de todos sus súbditos. Imaginemos: si provocamos en un alto funcionario (agravante) gravísimas deformidades irremediables (agravante), pérdida de miembros y órganos principales (agravante), esterilidad (agravante), sumado a alevosía (agravante) y ensañamiento (agravante), la pena aplicada no alcanzaría a ser comparable a la que se aplicaría contra el que cortase al Rey un brazo, supongamos, con anestesia y con todas las garantías médicas e higiénicas. 

Asimismo, la pena de quien cometiera una detención ilegal, es decir, quien encerrase a alguien contra su voluntad, es de 4 a 6 años, mientras que si el encerrado es el Rey, la pena asciende hasta ser de 15 a 20 años. La libertad deambulatoria del Rey importa más al Estado que no las de todos los demás.

Para acabar, vemos que las coacciones son penadas con 6 meses a 3 años de prisión, mientras que si el obligado violenta o intimidatoriamente a hacer lo que no quiere es el Rey, el castigo para a ser de 8 a 12 años. La pena mínima, como vemos, se multiplica por dieciséis. La máxima, en cambio, sólo es cuatro veces mayor. Esto, en otras palabras, se traduce en que la libertad de acción y decisión del rey es al menos cuatro veces más relevante que la de cualquier otro mortal.

A lo largo de la historia del constitucionalismo la monarquía ha sido el obstáculo más difícil de remover en el camino hacia el reconocimiento del Estado social y democrático de Derecho. La monarquía –reconocimiento de los privilegios de una minoría– se ha opuesto históricamente y sigue oponiéndose hoy en día a la democracia –esto es, al reconocimiento de derechos fundamentales y libertades públicas. La figura del Rey –sus privilegios– impiden que todos seamos iguales –el principio de igualdad es reconocido como fundamental dentro de la Constitución. Por tanto, hay que elegir: o somos iguales ante la ley (no existe ningún tipo de privilegio), como proclaman los derechos humanos, o algunos somos iguales y la real familia tiene privilegios, como de momento sigue proclamando la Constitución y el ordenamiento jurídico español.

diumenge, 13 de febrer del 2011

Mubàrak, segons un anònim

Amorkodia va dir al seu twitter: un poble que va construir les piràmides pot crear una nova nació i foragitar un objecte inamovible

dimarts, 8 de febrer del 2011

Milano contro Barcellona

Può essere il titolo di una partita di calcio: ma non lo è. Tutt'altro: gli italiani sono una realtà visibile nel quartiere di Sarrià di Barcellona, dove costituiscono il grosso della demografia straniera. E ci domandiamo: gli italiani si sono pervasi, benchè soltanto un po', dell'essenza della Catalogna? Oppure "non appreser' ben quell'arte"?

Vi si dovrebbe domandare che cosa sia tale essenza. Anche se decidiamo che l'essenza è un concetto piuttosto non esigente e sciocco, la risposta è ovvia: no, gli italiani che abitano a Barcellona non hanno proprio capito nulla del popolo catalano. Infatti, dobbiamo dirlo apertamente: le scuole italiane di Barcellona sono un pesante ostacolo alla indipendenza della nazione catalana: "e il modo ancor m'offende".

A Sarrià, infatti, hanno costruito un altro mondo. Soltanto parlano in italiano: non si sbrigano a imparare una altra lingua. Il catalano no è importante: devono passare, quasi, due generazioni per realizzarsi che esiste il catalano. Fondano i negozi suoi: Prime vanità e Delizie, ecc. dove si radunano. Credono che il Partido Popular è Berlusconi: e lo votano, se votano. Per ciò, tra l'altro, il comune di Sarrià è in mani, diciamo cosí, berlusconiane.  

Offrendo un esempio proprio fleish, per capirci, ecco che il Barça fu sconfitto spesso l'Inter l'anno scorso. Per molti, non per me (a me non fa niente), l'indomani era una giornata di lutto, condoglio, di tragedia nazionale. Le mamme della scuola italiana elementare, però, non rispettarono le vesti nere e le lacrime. Indossarono la camicia dell'amato Milan, chissà se per sembrare piú giovani, e, come al solito, quei pantaloni ove nel sedere vi si dice I love sex, malgrado siano sposate, essendo di già "vecchie e tarde".

In questo senso, nella Festa del panettone spesso qualche autorità ci domanda: ascolta, che noi siamo italiani, e dobbiamo agliutarci, e ci offre d'appartenere a qualche club d'italiano di nostalgici. Sempre le stesse persone e cose, nella Festa del panettone. E si invecchia e si diviene un fossile. Criticano, nella lontana Italia, i chiamati Rom. Stranieri, stranieri, tornatevene a casa vostra! Chiamano la polizia quando taluni si passeggiano vicino a casa loro. Ma gli italiani, alla fin fine, non sono altro, qui nella Catalogna, che ciò che invettivano là. "Tal è l'orazion del nostro tempio!".


diumenge, 6 de febrer del 2011

Als xinesos no els deixen saber què passa a Egipte

Ha arribat el tercer cisma d’Orient. Els mecanismes de censura de la Xina han arribat massa lluny. L’any passat es va anunciar un cisma entre la Xina i Google, per voler d’aquest segon. Sembla que això fa més por, fins i tot, que la independència txetxena a Rússia.

L’anomenat gegant d’Internet estava disposat a tancar les seves oficines i, sobretot, estava ja preparat, com ha declarat, a anul·lar el www.google.cn del món. Aleshores, tot d’una, 1.338 milions de xinesos romandrien, diguem-ne, fora del món, talment alguns països africans que, pràcticament, no tenen Internet. Era una amenaça, i prou. La Xina sabia que, si perd Google, s’ha acabat. Veiem, alhora, que Google, amb aquesta decisió extrema, volia promoure la llibertat d’expressió (o el que és el mateix, no més censura) a la Xina, la mateixa llibertat d’expressió que permet que existeixi Internet.

La Xina ha aconseguit mantenir més o menys en secret, gràcies a un fort sistema de hackers governamentals, els afers del Tibet, la secta Falungong i la matança de Tiananmen. Tot un èxit. No pagaria la pena lligar-se amb cadenes davant de cap ambaixada xinesa, perquè ningú no ho sabria.

El resultat: els xinesos consideren que, si Google marxa realment, aleshores allà hi hauria un gran mal, i no el mer mal de la censura. Per això, els xinesos de Pequin van posar rams de flors sobre el rètol que hi ha al davant de la seu de Google. Tot molt trist.

El Govern, espantat, deia que prudència. Un alt funcionari: “No es pot saber si Google marxa de la Xina o no, ningú no ho sap”. De mentre, l’any 2009 va cloure’s amb més de 5.000 detencions i amb el tancament de gairebé 10.000 pàgines web.

Seguim avui dia exactament al mateix lloc: els xinesos no s’han assabentat de les revoltes a Tunísia i a Egipte. La Xina ho ha amagat. No convé que sàpiguen que la revolució és possible, que la història és dinàmica, que és fàcil que uns pocs tallin el cap al més poderós. La pregunta és: fins quan s’amagarà la realitat? La realitat és gran i la veritat sempre s’imposa: el Govern de la Xina té realment una butxaca prou gran per posar-hi dins tot el que passa al món? Caldrà esperar.

L'obsessió dels poetes per Isabel

Els quatre poetes més importants de València – hi ha comú acord en aquesta afirmació –van tenir una relació d’amistançament o de matrimoni, respectivament, amb quatre dones, totes dites Isabel. El poeta i guerrer Ausiàs March (suposadament de Gandia), el 1437, quan tenia al voltant de quaranta anys, contragué matrimoni amb Isabel Martorell, germana de Joanot Martorell. D’altra banda, el poeta i teòleg Joan Roís de Corella (també de Gandia) tingué amors amb una dama dita Isabel Martínez de Vera, a la qual passà la seva herència i de la qual tingué un fill, dit també Joan Roís de Corella, i una filla dita Estefania. Altrament, Jaume Roig – autor de Spill – era casat amb Isabel Pellisser. Finalment, Vincent Andrés Estellés, que també es casà i tingué una filla amb una Isabel, nata, precisament, a Gandia. Tot comptant, rar.

 També hem de recordar en aquesta ocasió el fet que Garcilaso de la Vega – molt amat per Estellés – també s’enamorés d’una Isabel. Cuando murió Isabel Freyre, Garcilaso viajó por Europa. Garcilaso fue desterrado a una isla en el Danubio por desobedecer al emperador. En fi, afers de poetes intel·ligibles només poèticament.

Garzón segons el silenci


A Per la concòrdia del Cambó se’ns parla de la prohibició fixada per Primo de Rivera de penjar banderes catalanes a les balconades. També se’ns diu que, quan el Rei visità Barcelona, veié, segons l’anècdota, moltes banderes catalanes arreu, la voluntat de penjar-les, atès que no hi havia una sola bandera enlloc. Cap bandera d’Espanya era visible. Cambó acaba comentant que, si la prohibició fos exhaurida, aleshores no hi hauria cap fàbrica prou afanyada que pogués teixir les banderes que caldrien per satisfer-ne la demanda.

Vet aquí una manifestació del mateix: l’article de la Viquipèdia basca de Garzón és, diguem-ne, d’un tarannà del minimum minimorum. Abans de ser expulsat se’ns deia el següent: Baltasar Garzón Real (Torres, Jaen (Espainia), 1955eko, urriaren 26a - ) Espainiako Auzitegi Nazionaleko epailea da. Actualment, se’ns diu que ja no ho és: en queda el record. Només afegir que l’article en suomi, noruec i en hebreu són molt més llargs i que, òbviament, les altres 10 llengües que parlen del jutge (en total, contant la basca, són 14) són molt, molt més extenses. Hi ha una aguda i enèrgica voluntat, per part del poble basc - Internet no és un pacte, no és autoritat, és pluralitat dispersa - que parla la seva llengua, de fer que no hagi existit mai i que, sobretot, no existeixi. Que no existeixi més.

Un cas semblant es repeteix per l’article de la viquipèdia “Joan Karlos I.a Espainiakoa”, se’ns diu poc i, el que se’ns diu, és assenyalar una immediata relació, que es reitera dues vegades, amb el Franco.

Sobre la sentència de l'Audiència Provincial de Nafarroa sobre la dació en pagament d'habitatges a canvi de la remissió del deute

Debe criticarse el anquilosamiento de las normas jurídicas por su falta de adecuación a los valores actuales. De hecho, es patente la urgente necesidad de la reforma de ciertas leyes. Hoy España se encuentran en una situación paradójica y chocante: un sinnúmero de viviendas están vacías y a la vez existe una gran demanda de las mismas. Un obstáculo lo permite: el precio todavía excesivo - dentro del mercado - de las viviendas o, lo que es lo mismo, el hecho que el salario medio claramente insuficiente para comprar un piso. 

En algunos casos la paradoja ha sido más dura: una vivienda, que prácticamente ya era de su legítimo comprador, debe ser devuelta, al no poder acabar de saldar la deuda con el banco, y a la vez hay que acabar de pagar la deuda. En otras palabras, no se acepta, como en Estados Unidos, la dación en pago de la vivienda a cambio de la condonación de la deuda. Con la presente crisis, muchas más personas se han quedado sin casa y con la deuda de la casa. La ley, sin embargo, sigue siendo la misma. 

La consciencia de que ésto es injusto cada vez es mayor. Hay ido calando esta consciencia incluso entre las altas instancias judiciales: un juez de la Audiencia Provincial de Nafarroa dictó un auto el pasado 17 de diciembre en el que consideraba que bastaba con entregar la vivienda al banco (en este caso, el BBVA), para saldar la hipoteca (de 30.000 €, poco menos de la mitad de la deuda total), 70.000 €, incluso en el caso de que la casa se hubiese depreciado, como había sucedido. Esto va, sin duda, contra la ley. Ahora bien, es justo, dice el Juez, porque lo contrario sería "moralmente intranquilizante y rechazable". Además, añade críticamente: la crisis tiene su causa, en parte, en "la mala gestión del sistema financiero, del que resultan protagonistas las entidades bancarias". En suma, esto daría pie a que algún día la ley cambie. La ley ya no es sagrada. Hay que cambiar urgentemente el Código civil español.

Vendre terres, vendre països

Des que el Partit Popular va perdre les eleccions, va proclamar el dogma del patriotisme constitucional. La peça clau d'aquest renovellat patriotisme era la unitat nacional "indissoluble" i "indivisible" (com diu, precisament, la Constitució, repetint-ho dues vegades i moltes altres al llarg del seu text, perquè potser no queda pas clar). Això, això ha estat sempre així? No.

La demostració palesa i immediata per a nosaltres n'és el Tractat dels Pirineus del 1659, val a dir, la cessió, ben acabada la ja guerra, del Rosselló, el Conflent i la Fenolleda, des de l'Espanya de Felip V fins la França de Lluís XIV. Això no era una excepció als tractats de pau d'aquell temps: els terroris eren venuts, cedits, regalats, segons s'escaigués l'ocasió.

La història del consticionalisme, fins la Constitució de la Segona República, reconeixia aquest dret a Sa Majestat. L'art. 48 de la Constitució del 18 de juny del 1837 deia que el Rei podia "alienar, cedir i permutar qualsevol part del territori espanyol", sempre que hi hagués, això sí, el consentiment de les Corts. Aquesta frase, literalment, es va reproduir a les Constitucions del 1845 i 1869, que durà fins el 1923. Tot comptant, el Rei, que és "símbol de la unitat nacional", com encara diu la Constitució actual, alhora podia disposar arbitràriament de la terra. Així que, senyors del Partit Popular, ja n'hi ha prou de parlar d'una Nació i un Rei que mai no han existit.


L'error més greu de Pau Claris

L’error de Pau Claris fou greu. No va entendre un axioma fonamental de la política d’aleshores: un Estat existeix perquè hi regna un Rei. La figura del rei és l’antecedent immediat, i alhora la condició sine qua non, de la consistència territorial i legal, val a dir, externa i interna, dels Estats moderns. La relació entre reis representava l’organigrama primerenc de la política internacional.

Un Estat sense rei podia ser, com a màxim, un principat, la cohesió del qual era, en tot cas, deguda a un altre i, per tant, a una supeditació.

En altres paraules, la imatge contemporània de l’Estat Republicà era al temps de Claris, simplement, absurda. Això no obstant, Pau Claris va cometre l’error d’imaginar-se aquest absurd integrat a Catalunya. No va funcionar, òbviament, car ben aviat va haver de substituir la subordinació monàrquica espanyola per la francesa. És a dir, no era possible un pacte amb França sense la subordinació d’un altre rei o, en defecte, com era a Catalunya, d’un país.

La raó de la guerra dels segadors: la recaptació de tributs per part de Castella, hauria derivat en la penosa síntesi d’haver de pagar impostos a França. Avui dia, Catalunya seria un indret molt més dissortat sota el centralisme francès. D’alguna manera, fosca, va ser millor el perdre la guerra.

El que va esdevenir-se fou: “De nou la pressió dels castellans que s'apropaven a Barcelona i les pretensions franceses portaren a Claris a haver de liquidar el projecte republicà i a haver de fer proclamar Lluís XIII comte de Barcelona el 23 de gener del 1641, tres dies abans de la batalla de Montjuïc, que derrotà estrepitosament les forces castellanes i deturà l'atac a Barcelona el 26 de gener”. Quin error! Pau Claris, t’hauries d’haver proclamat rei!

Legalitat infructífera i il·legalitat beneficiosa

El 75% dels drogoaddictes són a l’atur. Ara bé, abans o després de prendre drogues? Les dues opcions són vàlides. El problema de retruc: els aturats prenen, pel fet de ser aturats, més drogues. Els homes, sempre (trets dels ansiolítics), molts més que les dones (depenent de la droga, ben bé el doble). La droga no és un mal per a la salut pública: és un mal per a l'economia del país.

La solució no és la legalització. El discurs ximple i ja incapaç de sorprendre ningú diu: si legalitzem les drogues, aleshores l'Estat en rebrà un munt d'impostos. Això és un malentès: no barrejem dos nivells. Una cosa és que es pugui finançar l'erari públic de la manera més vària (el tabac, l'alcohol, la producció armamentística extremenya, etc.) i una altra cosa és que sigui acceptable moralment. Unir el terme legalitzar al concepte profitós econòmicament té com a única conseqüència el fet que la moral ja no és rellevant.

Seguint la doctrina majoritària del "convé legalitzar tot el que doni diners" ens menem irremeiablement devers l'acceptació d'altres moltes activitats delictives. Serveis com els sicaris, que cotitzarien, podrien ajudar a pagar les pensions. Que doni llocs de feina, això no és pas un argument, perquè no parlem pas d'economia. No és que aquell 20% o 30% de l'economia espanyola anomenada submergida o en negre hagi de sortir a la llum i beneficiar-nos-en tots plegats. Aquell sector fosc, més aviat, ha de desaparèixer.

La moral ben pot ser que deixi de ser, un dia, rellevant. Ara bé, de moment, la política para atenció a què vol la gent: la moral no permet que la droga es legalitzi. Que alguns drogoaddictes tant se'ls enfumi, això rai. La proporció de drogo-depenents és comparable, del cert, a la gent que vol dinamitar la democràcia i l'estat del benestar. Atenció! No es descarta que algun dia aquesta minoria comenci a canviar la història.

La lluita contra la droga és probablement una de les més lícites de l'Estat. Àdhuc, és una de les raons de ser dels cossos de seguretat de l'Estat.

L'aeroport català d'Andorra

Andorra és un Estat i, alhora, pertany a Catalunya - el bisbe de la Seu d'Urgell és copríncep d'Andorra. Catalunya, però, són quatre províncies de l’Estat espanyol. Sigui com sigui, han de col·laborar. 

El cas és que l’aeroport de la Seu d’Urgell, després de 25 anys de tancament, va reobrir fa tres mesos. Seria, per ésser ben a prop, l’aeroport d’Andorra. La idea fou, inicialment, l’any 1970, de l’empresari Josep Betriu. Era el primer aeroport amb vocació comercial que es construïa al país per iniciativa privada. Es planejaven vols a França i un diari a Madrid. La iniciativa no prosperà, però. Darrerament, la Generalitat ha planejat invertir-hi 3 milions d'euros - Andorra també donarà un cop de mà, no obligat, com digué el conseller Castells. Aquesta infrastuctura del cert s'endarrerirà a causa de la crisi: esperem que sigui merament això, un endarreriment. 

Un projecte paral·lel a aquest és el de l'aeroport Lleida-Alguaire. Han estat cinc anys en total: tres per a la realització dels tràmits necessaris amb l’Estat espanyol i l’Organització d’Aviació Civil Internacional, i dos més per a la realització de les obres. Montilla va dir que “el Principat no pot fer competència deslleial al Pirineu de Lleida, una de les regions que, en principi, més s’ha de beneficiar de l’activitat del centre d’aviació". Els beneficis són dementre relatius: l'aeroport rutlla força bé, malgrat les denses boires, i el turisme dels Pirineus hi ve d'anada i tornada. Ara, endemés, s'ha enllestit el problema de l'expropiació forçosa de les terres que actualment ocupa l'aeroport. A la llarga, la previsió és òptima.  

Andorra i Catalunya no han de dissentir. Convenen, ara i sempre, relacions amistoses. Que cap frontera no ens enganyi: som, al cap i a la fi, el mateix poble. Compartir un aeroport és un bon signe: gaudim tots d'un sol cel.

dissabte, 5 de febrer del 2011

TENIM LLENGUA I TENIM PAÍS

Tota llengua és essencialment independent de les altres: no podem parlar, és clar, dues llengües alhora. El català  no és una llengua que depengui en res, absolutament en res, del castellà. En altres paraules, els catalans, per expressar-nos, no necessitem pas Espanya. Això està molt clar: el problema és que molta gent no ho té clar. 

L'Institut d'Estudis Catalans és baluard de la nostra llengua. Sap perfectament que la sobirania no és només la independència de la llengua - dels mals de barrejar-ho tot dins d'un món massa globalitzat - però és conscient que un futur Estat català és també una llengua catalana plena. Per això, adonem-nos-en: Catalunya ja és independent en cert sentit: tenim llengua. Aquesta llengua que tenim, també és la que tindrem. Cal servar-la com el bé més preuat que, actualment, encara ens queda com a manifestació formosíssima de la nostra història i cultura. 

Som milions de catalanoparlants, diu l'IEC al seu comunicat del 3 de febrer del 2011. Cita legislació internacional: la interpreta al nostre favor, amb potser un xic massa d'idealisme, i comenta: "ningú, en un marc polític democràtic, no pot decidir quina ha de ser la nació dels altres [...] el nostre cas no és el d'una minoria nacional, sinó el d'una nació minoritzada". 

De moment, resistim: tot i que "més del 40% dels estrangers d'Espanya viu a l'àrea de llengua catalana". I el que és més greu: dementre, resistim l'homogeneïtzació espanyola. L'espanyol, en veritat, és el que vol ser el castellà: una llengua que es parli arreu de la Península. L'intent no li va sortir bé amb Portugal, que no va poder retenir en aquells anys en els quals Nafarroa, Aragó, Catalunya, València i les Illes es rebel·laren.

Aquesta crida cal escoltar-la. Tenim llengua i tenim país, no ens n'oblidem. Acabem amb uns mots de l'Espriu, escrits en un viatge a Euskal Herria:

Vinc a Irunya,
on no sento parlar basc
[...]

Això no ens passarà mai aquí a cap vila catalana. Si ens passa, el silenci serà el nou símbol català, del desistiment, del deixar-nos fer, passivament, del deixar-nos morir.

SECTOR PRIMARI: esdevingut excessivament secundari

Catalunya ja no és una contrada de segadors. Vas pel carrer i la gent no sap ni tant sols quan és el temps de sega. Les xifres ho diuen: Catalunya ha perdut més de 30.000 pagesos - més del 50% de la seva pagesia durant el 1994 i enguany. 

Totes i cadascuna de les comarques ha perdut treballadors del camp, tret de l'anècdota de Barcelona. Probablement, urbanites cansats de la ciutat: exactament, 95 persones més (un augment del 67,4%) que, deixant el cap i casal o les viles veïnes, van a la ruralia. A l'altre extrem, la Val d'Aran, que passa de 87 a 22, essent la més durament afectada per la devallada. 

Lleida, tradicionalment el territori més afanyat en el conreu, només té tres comarques amb certa salut (han perdut menys de 30%): la Noguera, el Segrià i el Pla d'Urgell. Altrament, de Girona, la que actualment menys s'hi dedica, només la Cerdanya i el Pla de l'Estany. La província barcelonina encara té salut al Berguedà, Osona, Bages, Anoia i Alt Penedès. Tarragona, des d'aquest punt de vista relatiu, no té salut.

L'agricultura és des d'aquest punt de vista democràfic un sector estocat de mort per la crisi? La crisi és dels mercats: no del camp. Els efectes de la crisi són, atesa la mala notícia, bastant lleus. Des del 2007 a avui dia: Lleida ha perdut 1.000 pagesos, que correspon a força menys d'un 10%. Saben força bé que l'atur avui dia encara ronda el 20%. Ara bé, Girona és un altre guerra: ha perdut força més de 1.000, i això correspon a més del 20%. Les causes, però, són altres que les de la crisi: és una tendència a la baixa del tot independent.

Alguns diran que el món d'avui dia és el de la indústria de l'altra tecnologia i de la sofisticació en general. Aquestes persones són, simplement, ximples. Si no hi hagués pagesos, dit ras i curt, ens morim de gana. Les causes, sí, certament, poden ser al fet que la gent encara va del camp a la ciutat. Avui dia, però, ja no hi ha tanta feina com temps ençà a les ciutats. Ja no hi ha colònies industrials. Això no obstant, la gent diguem-ne de poble segueix arribant-se a les viles grans. 

Aquestes dades contrasten vivament amb diversos fets: l'augment de cooperativisme en la producció agrícola (actualment a cada barri de Barcelona hi ha una cooperativa on els veïns poden comprar verdures i fruits directament duts del camp; en altres paraules, l'augment de la demanda) i l'èxit de l'agricultura ecològica a les terres de l'Ebre (un 30% més en els darrers 5 anys, cosa que no ha impedit que entre el 50% i el 60% dels conreadors ebrencs hagin tocat el dos). Podem dir objectivament que els olis d'oliva verge que es fan avui dia a Catalunya són millors que els d'anys passats. Malgrat això, resulta probablement impossible que l'antic  i importantíssim sector primari deixi de ser, diguem-ne, secundari.

divendres, 4 de febrer del 2011

Una democràcia massa cara

Quan costa la democràcia? Hom pot pensar que és un valor, que no té preu, que, en el cas de tenir preu, sempre cal pagar-lo. Bé, una de les factures de la democràcia és la de les subvencions estatals als partits polítics. La factura, present als pressupostos de l'Estat d'enguany, és de 82,3 milions d'euros.

La llista completa és tal:
PP: 34.470.400,58 €
PSOE: 32.629.432,74 €
PSC: 5.716.965,04 €.
CDC: 1.887.559,95 €
IU: 1.826.649,92 €
PNB: 1.151.023,89 €
ERC: 954.544,63 €
UPiD: 758.748,59 €
BNG: 629.282,35 €
UDC: 629.186,65 €
CC: 545.011,38 €
IPC-Verds: 485,935,92 €
UPN-PP: 452.614,26 €
Nafarroa Bai: 217.124,10 €

Em pregunto quin mètode han fet servir per calcular la proporció que ha de rebre cadascun. Resulta sorprenent que PNB i ERC, essent conscient de les diferències clau, rebin un ajut semblant.

Hipòcritament, es parlava darrerament entre els partits minoritaris de fer minvar el sou vitalici dels ex-presidents del Govern central. És clar que el que podríem anomenar PSOE-PP, sociopopulisme, s'oposà. Suposem que, ara, una raó semblant fa que cap dels partits no digui "prô!" respecte aquests generosos ajuts. 

Siguem clars, però, nosaltres, que no som un partit: és el furt. Un furt, diguem-ne, institucionalitzat. Ara bé, adonem-nos-en: la bogeria institucionalitzada no deix de ser bogeria. 

El Parlament Nacional de Catalunya

Som una nació, però el nostre Parlament no és pas nacional. El Parlament català, altrament, és regional, perquè té una llibertat ben limitada. L’actual interpretació de la Constitució n’és el límit.

Ara bé, la carta magna diu que “les normes relatives als drets fonamentals i a les llibertats s’interpretaran d’acord amb la Declaració Universal de Drets Humans” (art. 10.2). Això significa que la susdita Declaració Universal està per sobre de la Constitució. I vol dir alguna cosa més: que hem d’interpretar la Constitució sabent que “tota persona té tots els drets i llibertats” (Declaració, art. 2.1), que “tota persona té dret a una nacionalitat” (art. 15.1), que “la voluntat del poble és la base de l’autoritat del poder públic” (art. 21.3) i que “tota persona té dret a obtenir la satisfacció dels drets culturals, indispensables a la seva dignitat” (art. 22). Tot això interessa a Catalunya. Vet aquí, tanmateix, que la Constitució és interpretada segons el Tribunal Constitucional, puix que aquest n’és el seu “intèrpret suprem” (art. 1.1 de la Llei Orgànica del Tribunal). La coneguda sentència del Tribunal Constitucional sobre l’Estatut de Catalunya no cita enlloc la Declaració Universal dels Drets Humans. No és un criteri a l’hora de retallar la voluntat parlamentària del poble de Catalunya. Aquest és un greuge, tot comptant, que va directament i essencial en contra de la Constitució i, de retruc, en contra dels Drets Humans.

Més enllà d’això, l’Estatut català reconeix la susdita Declaració Universal (art. 4.1): cal virar per aquest camí i fer que la nostra nació tingui un Parlament nacional. Això no significa voler la independència i prou, que és com voler el poder per al poder. Tot altre. Vol dir que podrem, sense obstacles, decidir tots plegats cadascun dels afers nacionals, els petits i els grans.

Estat català... Impossible?

La legitimitat és més important que la legalitat i, per tant, la legalitat ha de cercar sempre el màxim de legitimitat. És un camí aspre que no ha de dir: som un Estat, ans tot altre: som un poble.
La legitimitat es fonamenta en la lleialtat institucional, això és, tu, que vols fer un cop d’estat, has embogit i deixo d’escoltar-te. Respectem les institucions i ens en refiem. Adonem-nos, però, del rerafons: la lleialtat és un vincle inventat entre persones i Estat. És una mera invenció. Tots els Estats, això no obstant, subsisteixen gràcies a aquesta invenció comuna que ens vincula davant una mateixa autoritat. La vida conjunta d’un poble sota unes mateixes institucions pot funcionar (Alemanya) o no pas (Turquia). Darrerament, els catalans ja no respecten algunes institucions de l’Estat espanyol, com ara el Tribunal Constitucional, perquè ja ha esdevingut la tercera cambra legislativa. La premsa catalana mai no havia atacat tant durament a cap altre institució estatal. Es posa en escac la dignitat de Catalunya. Cau el vincle inventat i hi veiem clar: no som un mateix poble. Talment, comença a sonar bé la cançó de tu, que vols dissoldre susdit Tribunal, ara t’escolto!

Si no ens empassem la ficció de la novel·la que estem llegint, ens llisca el llibre de les mans. No ens interessa. La vida d’un poble roman unida, tot i no tenir Estat. Ens ho creiem. Albirem, quan la legalitat entra en crisi per manca de legitimitat, una idea ambiciosa i comuna. Podem inventar alguna cosa nova: un Estat català.

El món no serà pas el seu passat, ans el seu futur. Davant aquest futur, Espanya diu: això és impossible, perquè la llei diu que no pot ser. La legitimitat catalana, aleshores, respon: no és pas que no gosem perquè és impossible, sinó que, atès que no gosem, és impossible. Així que, sense pors. El món polític pot ser exactament el que nosaltres vulguem. Gosem!

Les dimensions del problema de l'abstenció

Hi ha una sola raó que fa que la democràcia rutlli: que la gent en prengui part. Un vot declara la voluntat que governi cert partit. Altrament, sense vot, s’accepta, passivament, qualsevol cosa. Ho direm d’una altra manera: els productes que hi ha al mercat –de tota mena, també els productes televisius i els partits polítics– descriuen amb força exactitud el que vol una societat, car ho compra i segueix comprant-ho, o vota sempre els mateixos. Als supermercats belgues hi ha una gran secció on venen nombroses varietats de pa, perquè agrada. Així doncs, tenim, sens dubte, els partits polítics que ens mereixem.

Quan hi hagué les primeres eleccions generals, l’any 1977, després d’haver fet mans i mànigues per fer-les possibles, el 16,86% del cens català no va votar. Més de mig milió dels quasi quatre milions de catalans. Podríem pensar: franquistes tots. Hi havia, però, l’AP – amb un diputat – i les JONS falangistes – amb cap ni un – com a opcions disponibles i força assumibles per als franquistes. Adonem-nos, però, del problema més punyent: aquesta abstenció del 1977 és la més baixa mai vista. De fet, a les següents eleccions generals, el 1979, encara fou major l’abstenció catalana: del 32,38%. Només l’any 1982 va ser menys del 20% (amb un 19,18%), havent-hi alguns pics indignants, com ara l’any 2000 i el 2008, amb una abstenció del 36% i 30%, respectivament. Aquestes percentuals s’acosten, numèricament, a les dels partits més votats. L’opció majoritària ha estat i és, com hem vist, no democràtica.

Què passa a les eleccions autonòmiques? L’abstenció és fins i tot molt major. L’any 1980 es celebraren les primeres al Parlament de Catalunya, on no hi votaren el 38,66% dels catalans. Això, des aleshores ençà, ha estat una constant. Mai no ha estat menor del 35,64% (xifra del 1984). Altrament, l’abstenció sovint ha superat amb escreix el 40%, per exemple: 40,63% (1988), 45,13% (1992), 40,80% (1999) i 43,96% (2006). Això és ben bé un conflicte tràgic absolut.

Finalment, el Parlament europeu, que pateix una crisi de legitimitat gravíssima. Sembla que a nosaltres els europeus ens hagi amenaçat Al-Qaida, com va passar el març d'enguany a l’Iraq: Qui surti de casa seva per votar, desafiant la llei d'Al·là i Ses paleses advertències, s’exposa malauradament a la Seva còlera i a les armes dels Muïaidins. Tot i això, a la província d’Anbar, on van fer una carnisseria el 2005 per la mateixa causa (arribant vius a votar només un valent 1%), a les eleccions d'aquest any hi ha votat el 62%. Nogensmenys, a les europees de Catalunya hi va votar, tret del 1987 (les primeres eleccions europees),  prop de la meitat dels electors. L’any 2004, es quedaren a casa més del 60% dels catalans.

Vet aquí el triple panorama –europeu, estatal i autonòmic– tant esperat pels militars i messies per dinamitar l’Estat social i democràtic de dret. La gent s'ha cansat d'aquesta democràcia. En cal, doncs, una de nova.

Màxims problemes de la democràcia espanyola

La democràcia no és un absolut. Moltes de les crítiques adreçades als sistemes democràtics contemporanis són precisament fruit de la consideració de la democràcia com a un absolut. Per què ens fa aquest efecte? Bàsicament perquè confonem democràcia i llibertat, i això és un parany – a Espanya.

[1] Primer de tot, la democràcia depèn d’un fet: que els partits polítics han de ser-hi tots. Resulta inhòspit anar a votar quan no existeix el nostre partit, perquè ha estat il·legítimament il·legalitzat. Amb un cas n’hi ha prou per viciar-ho tot. Que al Congrés dels Diputats no hi sigui l’esquerra abertzale –es calcula que representa ¼ de l’electorat basc– vol dir que els grans lladres han robat als petits lladres.

[2] Ara bé, suposant que els partits hi fossin tots sense excepció, la democràcia depèn d’una agrupació del cens. Una agrupació, de vegades, molt malaurada. Tots al mateix sac, votant a les mateixes urnes. Els catalans, tot i que no patissin l’esquizofrènia del doble vot (a les autonòmiques, el que vull, i a les generals, perquè no guanyi el diable del PP, el que no vull), serien massa pocs: representem el 16% del cens. Passa el mateix, tot i que d'un mode més agreujat, a Euskadi: que són un 4,6% del cens espanyol. Encara que hi hagués a Catalunya i Euskadi unanimitat no seria pas suficient per canviar certs dogmes madrilenys, com ara la Constitució i certes lleis orgàniques (v.gr., la Llei Orgànica de Patits Polítics). De fet, la carta magna es féu amb aquest dur joc de majories contra minories. No oblidem, en aquesta línia, la unanimitat catalana del 1932 (ERC tenia una contundent majoria absoluta) no fou suficient per fer virar la República devers acords on hi fóssim tots més feliçment.

Veiem un cas concret. El Parlament èuskar, en els temps del lehendakari Ibarretxe, va aprovar l'Estatut Polític d'Euskadi. Va ser aprovat el 30 de desembre del 2004 amb 39 vots a favor –PNB, EA i els verds bascos– i 35 en contra –PSE i PP, que van decidir no participar en el procés. Per què no van participar-hi? Segurament per la mateixa raó per la qual a Espanya hi ha força més gent que s'interessa per les eleccions generals que a les autonòmiques. Els Estatuts d'Autonomia estan sota la tutela del poder central i això, del cert, tranquil·lizava el PSE i el PP bascos. L'1 de febrer l'Estatut Polític fou rebutjat per 313 vots en contra (PSOE, PP, IU, Coalició Canària, Chunta Aragonesista) i 29 a favor (PNB, ERC, CIU, EA, Na-Bai i els nacionalistes gallecs), amb l'abstenció d'ICV.

[3] En tercer i últim lloc, el sistema electoral espanyol (la LOREG) afavoreix proporcionalment les majories, això és, la formació de governs sòlids, a un país de nombroses minories polítiques. No hi ha pas dues Espanyes: el que passa és que hi ha dos partits de soca-rel centralista, d'una banda, i Catalunya i Euskadi, de l'altra. Ara bé, la lògica és una sola: tan la província de Sòria (amb 95.100 habitants) com la de Barcelona (amb 5,48 milions) escullen, cadascuna, exactament 4 senadors. Això explica que el Senat sigui una cambra punyentment conservadora i, sobretot, una cambra no territorial –com hauria de ser constitucionalment.

La democràcia no vol dir que tota la humanitat voti per als escons a sol Parlament. Reconeixem que al món hi ha molts pobles que volen coses diferents, irrenunciables i que, doncs, no poden ser pactades. Es tracta de posar-se d’acord, tot aviant-se pel mateix camí, només si coincidim. I no hi ha un sol camí. Cal donar, en suma, preferència a noves agrupacions que facin que la democràcia sigui un pacte de llibertat. En mots del poeta: one law for the lion and ox is oppression!

On és vostre capità? On és vostre bandera?

Així canta l’antic himne català, per poc després asseverar: aquest és nostre capità, aquesta és nostra bandera, a les armes catalans, que el Rei ens declara guerra! Deixant de banda el to bèl·lic que amara aquests mots, ens preguntem el mateix en dies posteriors a la nostra Diada. La bandera és irremeiablement la imatge de la identitat del poble. Ser fidel a una bandera encara vol dir ser-ho al poble.

La nostra bandera no és l'espanyola. La trista història d’Espanya pot ser seguida atentament parant atenció als canvis de bandera. Amb la unió personal dels dos regnes de Catalunya i Castella neix un escut al qual apareixen units els castellans, lleonesos, catalans i sicilians –aquest escut reial era el sol element comú entre Catalunya i la monarquia castellana. Euskal Herria no hi és. L’any 1700 el poder reial és pres pels Bourbon en la figura de Felip V: l’escut rep l’afegitó de tres flors de lis i s’empetiteix el símbol català. El segle XVIII, la bandera naval només observa Castella i Lleó. El XIX, Catalunya desapareix de l’estendard nacional. El general Primo de Rivera prohibeix la nostra senyera arreu. La I República no va tenir temps de fer canvis: tot i ser federal, la bandera espanyola rojigualda (nova de trinca, dellà el que es digui de Carles III) era idèntica, tret pel que fa la corona, absent. La II República, per primera vegada, inclou l’escut navarrès, recupera el català i, al lloc de la corona, hi posa un castell amb torres. La rojigualda perd els seus colors. El franquisme li'n torna. Canvia la bandera nombroses vegades: a totes, però, hi posa símbols falangistes, la Navarra fidel al cop d’estat i l’àguila amb les ales obertes. El disseny i ordre dels símbols és quasi igual que el dels Reis catòlics. De nou, corona, malgrat no haver-hi testa reial. Fins l’any '81 no hi ha canvis substancials. Després, veiem la bandera espanyola actual. Vet aquí com es féu la Transició: sense cops de falç i amb molta, molta por. Misteriosament, torna la flor de lis. I tornen els símbols de certs pobles peninsulars: castellans, lleonesos, catalans i navarresos, sense èuscars ni gallecs ni aranesos. Per descomptat, sense els amazics de Melilla ni els àrabs de Ceuta. La bandera espanyola, metàfora d’inconsistència, enganya i amaga.

La nostra bandera és la senyera catalana. És el nostre símbol palesa i històricament incontrovertible. La bandera espanyola és una altra cosa. La senyera vol dir només Catalunya, sempre, i mai no Catalunya i Espanya, i menys encara Catalunya dins d’enlloc. Ara bé, rera la senyera i de la llengua catalana també hi pot haver traïdors: els enemics de Catalunya que reten ofrenes al monument d’en Casanovas (enguany, el PP s'ha dignat a no fer-ho més). Això, és clar, és violència i capgirament contra la nostra cultura. Amb força motius doncs, el 1918 en Ballester va crear l’estelada, inspirada en la lluita de Cuba per a la llibertat i el socialisme. En Macià seguí l’estel i el féu servir als seus grans actes. Avui s’escau de fer-la servir aquí, perquè exigeix independència i socialisme, amb contudència. S’escau de penjar-la a les balconades, de dur-la als carrers. La senyera catalana, però, diu exactament el mateix, però aquesta és nostra bandera

Durant la Diada veiem de tot. És obvi que la història no l’han feta els iconoclastes, que sempre han perdut. Encara pel deliri –tant atrevit com la ignorància– del Mundial de futbol hi ha la roja penjada ací i allà, ben poques. Veiem sobretot senyeres i, de forma intermitent i depenent del barri, estelades – com ara a l’edifici del Grup Godó i al de Caja Madrid. Pel que fa a la manifestació del 9 de juliol, els periodistes deien que d’estelades n’hi havia menys que senyeres i que, conseqüentment, no era tot plegat un acte independentista. Això és un error. La senyera de Catalunya i l’estelada, ambdues, volen dir: a les armes, catalans! –que, avui dia, això és– som-hi tots al Parlament nacional català, devers la llibertat plena, catalans!

El conflicte internacional entre Catalunya i Espanya

El preàmbul no censurat de l’Estatut d’autonomia de Catalunya del 2005 deia ben clar que la Generalitat, durant el franquisme, va seguir existint. Això, el franquisme no ho va acceptar, per raons conegudes, com tampoc no ho va poder fer el Parlament espanyol, per raons desconegudes. Superant aquest debat endèmic, la Generalitat evidentment va seguir existint, tot i que ho féu a l’exili.

Si oblidem la Generalitat a l’exili, també desoïm les seves accions. Una de les accions més assenyades i dignes d’esment va ser la que consistí en la presentació de L’Apel·lació a les Nacions Unides en nom de Catalunya, el 1945, precisament l’any de la fundació de la ONU. Aquest document s’emmarca en la reivindicació d’una Catalunya que, tot pertanyent a les potències aliades, era una nació democràtica desvinculada d’un Estat feixista de l’Eix com era Espanya. En aquest sentit, 150.000 catalans moriren lluitant contra els exèrcits de l’Eix franquista. En aquesta línia, durant la Segona guerra mundial, 18.000 voluntaris catalans lluitaren a França contra el nazisme, mentre la neutral Espanya enviava una munió de soldats a morir a Rússia (no oblidem que Roosevelt, el 10 de novembre del 1942,  va garantir a Franco la integritat territorial espanyola si es mantenia vertaderament neutre al conflicte bèl·lic). Avui podem visitar un just monument, al Parc de la Ciutadella, que recorda els catalans caiguts per la llibertat (vid. foto). Així que, tampoc no ho oblidem: mentre l’Estat espanyol feia salts al buit, Catalunya lluitava a favor del món del futur.

La susdita Apel·lació diu exactament el que ens convé sentir en aquests dies entenebrits: The conflict between Catalonia and Spain, as any problem between an oppressed nationality and her oppressor, has always been of an international nature. Catalonia is not a Spanish conflict but a European problem. Sense unes relacions bilaterals, Catalunya i Espanya jamai no resoldran llurs constants friccions. Això, també avui, hauria d’interessar a l’Europa dels Pobles.

Catalunya, nogensmenys, encara no és un Estat. L’Apel·lació no va interessar a la comunitat internacional. De raons, n’hi deu haver moltes. De desraons, més encara. No va interessar, per exemple, perquè Churchill, el 24 de març del 1944, va declarar-se a favor de la dictadura franquista. Perquè Europa i el món sencer volien evitar el comunisme –en aquest sentit, en Franco feia una bona feina. Avui dia, els Pujol parlen d’economia espanyola, de sortir del sot tots plegats. Sigui com sigui, la Generalitat, exiliada en sa pròpia terra, existeix. Catalunya, sota el franquisme o sota Espanya, sempre seguirà esperant el seu Estat. 

Saint-Cyprien

Un estret camí d’una ampla i baixa vall ens condueix al poble de Sant Cebrià del Rosselló –avui, Saint-Cyprien. Tot al voltant, bells pins mediterranis. Acabats els pins, apareix un poble sense ulls ni boca, sense ànima. Només cases noves de trinca, amb piscina, grans platges artificials, blocs d’hotels i alineació de restaurants, d’estil caribeny, per a turistes vinguts d’arreu. El camí, sobretot en aquest cas, és molt més important que el destí. 

Al començament del segle passat, Sant Cebrià ja era un lloc de passada. Primer va ser un camp de refugiats republicans, que acollí al xiquet Paco Ibáñez i als seus pares. Més tard, un camp de concentració. Aquest camp va ser collit: els republicans van ser transportats a Gurs, Drancy i Auschwitz. Aleshores, però, Ibáñez ja era a París.
 
El cantant ens diu que “a principios de la década de los 50, cuando me instalé con la familia en París, yo no era lector de poesía [...] Alguien me regaló un libro de poemas de Góngora [...] Y por casualidad le puse música a La más bella niña”. Aquest poema ens parla, com a mínim, del què ens parlen tots els poemes. Més en concret, la cançó descriu una nena, que ben podríem imaginar que és la democràcia, que s’ha quedat “viuda y sola”. El seu marit ha marxat, “yéndose a la guerra”, i se’n porta “las llaves / de mi libertad”. La nena s’ha de conformar amb “el sabroso oficio / del dulce mirar”, tot romanent vora un mar. “Dejadme llorar / orillas del mar”, prega la tornada. Al mar, segons va mirant, hi ha més planys. Els que guanyaren la guerra, encara no l’han perduda. “Encara som al camí”, com diu Ibáñez.

FEDERALISME? VAL

Ha arribat a ser evident que Catalunya no està còmoda amb el nivell d’autonomia actual. El Parlament català n’és reflex d’això: CiU vol el concert econòmic i no descarta, a la llarga, el dret a decidir la independència; PSC vol el federalisme; ICV promou el dret a decidir i vol un federalisme amb contingut; ERC vol la independència mitjançant el dret a decidir; Reagrupament i Solidaritat volen la independència sense dret a decidir; PP i Ciutadans no volen res de diferent pel que fa a l’organització territorial estatal. Això vol dir que prop del 90% de les Corts catalanes no volen que Catalunya sigui una Comunitat autònoma, sinó molt més. Les properes eleccions del novembre palesaran, sens dubte, que és molt més d’un 90%.

Posem per cas que plantegem al Congrés del Diputats que Espanya sigui una federació. Primer de tot, el PP esgrimiria amb la Constitució a la mà: “en ningún caso de admitirá la federación de las Comunidades autónomas” (art. 145.1). S’hauria de dir, d’altra banda, que avui dia, en termes de ciència política unànimes, l’Espanya de les autonomies és un federalisme administratiu i, en molt aspectes, també polític. El sol fet que no permet parlar pròpiament d’un federalisme espanyol és l’aparell judicial, completament centralitzat. El debat, sigui com sigui, estaria a la Mesa del Congrés. Formalment, caldria dir que no és pas necessari un procediment agreujat – amb majories quasi impossibles, amb dissolució de Corts generals i amb ratificació de referèndum – sinó que n’hi hauria prou amb el procediment ordinari de reforma de la Constitució. Aquest procediment ordinari consisteix en una majoria de 3/5 parts tant al Congrés com al Senat. Si ho sol·licita 1/10 de qualsevol de les dues Cambres, es fa un referèndum. Així de senzill. Si el Tribunal Constitucional hi tingués alguna cosa a dir, diria que l’art. 2 de la Constitució no pot assumir el federalisme. El TC, però, no hi té absolutament res a dir a l’hora de reformar la Carta magna.

S’ha dit que és impossible canviar la Constitució sense el PP. Generalment, és veritat. Ara bé, n’hem pogut prescindir en molts moments, segons els resultats electorals, i no s’ha aprofitat l’ocasió. Avui dia podem dir que els Partits presents al Congrés que votarien a favor d’una Espanya federal són: PSOE (és discutible, però és el que afirmen llurs estatuts), IU, CiU, PNB, BNG, ERC, Na-Bai i CC. En altres paraules, tots els partits volen fer-ho, tret dels populars i UPyD (que volen reformar la Constitució, però no en aquest sentit). Aquest partits decididament rupturistes de l’actual organització territorial de l’estat constitueixen el 54,57% dels vots l’any 2008 o, dit en altres termes, 196 diputats. En altres paraules, per 5,43% (per arribar al 60% necessari) o, el que és el mateix, 14 diputats (per arribar a sumar 210 dels 350 que hi ha) no és possible, avui dia, el federalisme. Per tant, la federació és possible.

Si provéssim a veure aquesta possibilitat, com veiem, ben factible, no des del punt de vista de les majories del Congrés dels Diputats, sinó segons les dels Parlaments autonòmics –això és, sense el ruc doble vot patit a Catalunya i a Euskadi, així com a Navarra i Galícia– el panorama seria absolutament diferent. Sens dubte, la majoria, amb escreix, seria assolida i, avui dia, Espanya podria ser, amb un poquet de valor polític, un Estat federal força més legítim que l’actual autonomisme legal.

La democràcia amburguesada del McDonald's

Plou, així que entro al primer bar. És un McDonald’s. Demano un cafè, massa car. Sec. Tot d’una, seu al meu davant una parella amb ses safates. Comencen a menjar tímidament i aviat s’adonen que el seu àpat carda basarda. Això no obstant, es limiten a escandalitzar-se en privat. Queixes en alta veu. Misteriosament, no van a la caixera per dir-li: això fot fàstic, torni’m els diners!, o potser: miri, doni’m el full de reclamacions!, o directament: denunciaré aquest establiment! Perquè el tanquin! Ans callen, es queden allà, menjant sense gaudi, sense gana. I tornen: per això les portes del McDonald's tornen a estar obertes. Per aquest camí, anem malament. Bé, la democràcia és com un restaurant. Acabem menjant, tots plegats, el què ens posen. Ens queixem, entre nosaltres. Uf!, fem. I ara no estem proposant, òbviament, de fer accions heroiques, ni tampoc d’anar a manifestacions o fer queixes formals al Síndic de Greuges, sinó d’anar a votar! Si no votem, estem transformant el món en un McAuto: quan ens ho mengem, ja som a quilòmetres de distància per carretera. Tot i ser molt contraris a les sentències, acabem amb una: l’Estat, com més lluny, millor, perquè no hi haurà un conflicte d’interessos amb els ciutadans. Ara bé, si està massa lluny dels nostre interessos, és com si ningú no s’ocupés dels interessos comuns que sempre hi ha a tota societat.

Oroitzen (Recordant)

Actualment Espanya no té una Constitució, ans un Tribunal Constitucional. Ja podem dir que la carta magna, avui dia, ha esdevingut una jurisprudència constitucional, tancada i, irremeiablement, limitadíssima.

Anys enrera, la Constitució va ser votada. No va participar el 32,89% del cens – quasi nou milions de persones. Recolzen l’abstenció: el PNB, quasi tots els Partits Comunistes (tret del PCE i el PSUC, el POUM i el PTE, Partit del Treballadors d’Espanya, entre altres, com LCR), els republicans, diversos Partits de Canàries i un d’Aragó, a més de la Falange. No van votar “sí” ben bé el 8% – un milió i mig de persones. Recolzaren el “no” ERC, Esquerra Nacionalista Basca, HASI[1], LAIA[2], els trotskistes del OCI, el POUM, la Unión Carlista i els carlistes de Comunión Tradicionalista, FN[3], EE[4] i la Falange de las JONS. A més a més de tot plegat, convé notar que Alianza Popular (l’antic PP, que des de l’Estatut ha fundat el patriotisme constitucional), primer, va inocular la faiçó diabòlica dins de la Constitució, i després, a l’hora de votar-la al Congrés, dos diputats d’AP s’abstingueren i quatre digueren “no”.

La Constitució també va ser votada a Catalunya: en aquests temps de penúria ens recorden que Catalunya va ratificar el pacte. L’abstenció va ser del 32,09% - el “no”, sobre els votants, del 4,62%. Resultats semblants es van donar fins i tot a la catalaníssima Osona. Ara bé, l’abstenció i el “no” van ser majors a Vielha e Mijaran. Sigui com sigui, Catalunya es trobava a un d’aquells moment que havia de decidir entre salvar-se o alliberar-se. Salvar-se significava superar el franquisme i tornar a pactar. Alliberar-se volia dir tenir la pròpia veu i arriscar-ho tot. Vet ací que Catalunya, al cap i a la fi, va salvar-se.

Euskadi també va haver de votar la Constitució: va optar per alliberar-se, però no el van deixar. El territori probablement més diferent de qualsevol altre indret d’Europa, Gipuzkoa, va tenir uns resultats contundents: l’abstenció “política”, manada pel PNB, va ser del 78,2% (285.260 sobre 504.389 censats), i el “no” va ser del 19,9% (65.355). En altres paraules, només 139.958 persones van votar “sí” a l’actual Constitució – això vol dir que només 1/3 part dels gipuzkoans van acceptar-la. Els resultat del referèndum a Bizkaia són força semblants, mentre Araba, tot i també palesar la seva voluntat d’alliberar-se, va poder pensar simplement en salvar-se.

La Constitució es féu en un moment de dèficit democràtic, sobretot per una raó: abans va pactar amb el franquisme que amb els pobles d’Espanya. Els bascos van quedar fora: el PNB va abandonar el pacte constitucional. D’altra banda, que els Partits Polítics fossin, tot d’una, legals, no significa pas que, d’una revoltada, gaudíssim del ferm desenvolupament normal de la democràcia i el pluralisme polític arrelat a la societat només gràcies al pas del temps. La fragmentació – dels nacionalistes, dels comunistes, dels carlistes i dels atrinxerats franquistes – va ser la vertadera realitat de fons del pacte. Com a marc ulterior de tot plegat, hi havia la paüra constant del cop d’estat – recordem que n’hi hagué un i que se’n desarticularen una pila, sense fer-ho públic, també per por. El context de la Constitució, doncs, no podia ser pitjor.

Al 31è aniversari de la Constitució es demostrà que als Palaus madrilenys s’ha enfilat de ple aquella mena de decadència pútrida que caracteritzava les llars dels Tsars russos. Tot és hipocresia. Els màxims representants del susdit patriotisme constitucional, el PP, eren tots absents: ni un sol President autonòmic popular. Altrament, un Lehendakari, per primera vegada a la història, era present a l’acte (a l'anterior, Ibarretxe, la sotspresidenta De la Vega li va haver de dir el 2007, temps de referèndum d'autoderminació: "Constitución, constitución y constitución!"). Entre tal panorama patètic, José Bono féu un discurs que perfectament hauria pogut fer, entre la Revolució de Febrer i la d’Octubre, Nicolau II, home feble i inconscient que es quedà sol al seu seient reial fins l’últim moment. El discurs de Bono deia que “muchos españoles no me perdonarían que pasara por alto la presencia del Lehendakari López” –potser no ho perdonarien menys d’1/5 dels espanyols d’Euskadi, els pocs que el votaren. I va donar un missatge optimista: “hemos dejado atrás la negra sombra de las dos Españas”, l’ombra, però no els fets il·luminats que diuen el contrari, perquè “una España de ciudadanos libres e iguales, que proclamó la Constitución de 1812” (mentida) rau també a la Constitució del 1978. També va citar a Tomás y Valiente, qui digué que Catalunya i Euskal Herria són parts, mentre Espanya és el tot: “el todo siempre por encima de las partes”, ens etzibà, i ara ens etziba el tsar Bono.
  
Com s’intueix pertot, els temps han canviat. Una Constitució té un contingut polític que ha de ser revisat, sense pors, perquè altrament esdevé un Parlament que, passada la legislatura, diu que s’hi queda per sempre, perquè tal vegada fou elet democràticament. Si avui votéssim la jurisprudència constitucional, que és el que de debò importa, el resultat seria obvi a Catalunya i a Euskadi: som fora, com diu el constituent Roca Junyent, del pacte constitucional. Si som fora d’aquella casa inhòspita, convé entrar a casa nostra.


[1] Herriko Alderdi Sozialista Iraultzailea (Partit Socialista Revolucionari Popular).
[2] Langile Abertzaleen Iraultzarako Alderdia (Partit per a la Revolució dels Treballadors Abertzales).
[3] Fuerza Nueva.
[4] Euskadiko Ezkerra (Esquerra d’Euskadi).

ESPANYA NEGOCIA I PACTA AMB TERRORISTES

Rars acords hi ha hagut entre Govern i oposició. Però existeixen: el Lehendakari López n’és el paradigma. La raó d’aquest acord va ser una por que està per sobre de totes les coses. Socialistes i populars pensen el mateix pel que fa a al terrorisme: cal anihilar-lo, sigui com sigui. Cal anihilar el terrorisme, sobretot, sense pactar-hi. Suposarem llavors que Espanya no pacta amb terroristes? No. Espanya hi pacta contínuament, jorn rere jorn, però ho amaga, ho intenta amagar.

En les darreries de l’any passat el vaixell Alakrana va ser segrestat per pirates somalis. El ministre d’Exteriors, Moratinos, va ser rotund: “España es un país serio que cumple sus compromisos internacionales, uno de los cuales es contra la piratería […] Estamos explorando todas las vías legales posibles, siempre dentro de las leyes y los convenios internacionales, pero aún no hemos decidido cuál será la opción”. Al cap i a la fi, la opció va consistir en una transferència de 2,3 milions d’euros (segons algunes fonts, 2,7 milions). La negociació, precisament, va limitar-se a discutir la rebaixa del rescat exigit al començament: de 7 milions d’euros. “Si el barco navega libre ha sido gracias al esfuerzo de mucha gente y la colaboración de todos”, va dir-nos Zapatero, sobretot referint-se a la col·laboració de Rajoy. I, sí, tots hi vam col·laborar en la mesura que els diners de l’Estat venen de les butxaques de tots.

Un cas ben semblant és el del vaixell Sakoba, succeït l’estiu d’enguany. El ministre Moratinos va tornar a ser clar: “no compete al Gobierno español”. Ara bé, l’alliberament va costar aproximadament 1,9 milions d’euros, que s’embutxacaren els pirates de l’Índic.

L’últim cas és el dels cooperants Pascual i Vilalta, alliberats el mes passat. Les negociacions entre l’Executiu espanyol i una fracció d'Al-Qaida va suposar dues condicions: pagar aproximadament vuit milions d’euros i un intercanvi d’ostatges. L’ostatge, Omar Saharaui, va ser excarcerat –d’una presó de Mauritània, país que nega la seva col·laboració amb terroristes, tot i que pocs mesos ençà alliberà, en la mateixa línia, quatre radicals a canvi de Pierre Camatte– i enviat a Malí, on ara campa tranquil·lament. Amb raó Pascual i Vilalta deien: “nos sentimos muy orgullosos de nuestro Gobierno”. Sarkozy, abans d’ahir, encara es mostrava escandalitzat.

Així que Espanya pacta amb els pirates i terroristes més violents del pla internacional  i no vol adreçar ni una paraula a ETA. Hi ha una treva, i tampoc cap paraula. Podríem també afegir que Espanya manté unes excel·lents relacions amb Israel pel que fa al mercat armamentístic que, governi el PSOE o el PP, sempre són exactament les mateixes: i sobretot que la pirateria israeliana, palesada en l’assalt del Mavi Marmara, no va ser posada en entredit per Espanya. Vet aquí la grossa hipocresia d’una Espanya que s’està pansint i comença a fer pudor.

L'ARAN I CATALUNYA

Dedicat al bon amic aranès 
Lluís Gay

Amb sols una passejada per l’Aran n’hi ha prou per adonar-se que és una nació. Una, però, de menystinguda i feta oblidar per Espanya i França. Aquest poble que ens han amagat torna, en temps que intenten ser de democràcia, per fer les seves lleis. 

Una de les primeres accions d’Isabel II va consistir a uniformar, l’any 1834, l’administració espanyola: a la qual només era possible adreçar-se en castellà. Aleshores comença, amb punyiment, la decadència de les altres llengües. Cent anys després, Loís Alibèrt publica la Gramatica Occitana a Barcelona. La gramàtica, però, no és llei. L’Estatut català de la Transició fa llei: “la parla aranesa serà objecte d’ensenyament i d’especial respecte i protecció” (art. 3.4). En aquesta línia, es feren amb Pujol la Llei 7/1983 (aranès com llengua pròpia de l’Aran i drets lingüístics), la Llei 16/1990 (oficialitat territorialitzada de l’aranès i millora les garanties d’ús i ensenyament) i la Llei 1/1998 (aplicació supletòria de l’aranès en l’administració i oficialitat de la toponímia i antroponímia aranesa i dels mitjans de comunicació en aranès). La nova llei de l’aranès, desenvolupada arran de l’Estatut de Miravet el darrer 22 de setembre, fa que aquesta formosa llengua assoleixi l’estatus de oficialitat a tota Catalunya.

La nova llei respon a les exigències històriques dels aranesos –com ha dit Carod-Rovira, és “una llei de reconducció històrica”. La història, però, de la democràcia. L’any 1991 va ser creat el Conselh Generau d’Aran que pogué aplegar, per primera vegada, els seus propis partits –el cas és que un partit votat per poc més de cinc mil persones, que en aquell temps era el cens aranès, no ultrapassava el mínim percentual per entrar al Parlament català. El resultat fou aquest: Coalició Aranesa-Convergència i Unió, amb el 51% dels vots, tingué 7 conselhers, mentre Unitat d’Aran-Partit Nacionalista Aranès, amb el 39%, 6. La voluntat de reconeixement dels propis drets copsa el 83% de l’espectre electoral. Aquesta voluntat, en forma de nacionalisme aranès, va molt més enllà als poblets Marcatosa, Les, Canejan i Bossòst. Tot i que els partits han anat succeint-se, veiem un panorama d’una unanimitat semblant a les eleccions al Conselh del 2007. Tot comptant, aquesta voluntat s’ha reflectit al Parlament amb una amplíssima majoria: CiU, PSC, ERC i ICV han votat a favor de la llei de l’aranès – el PP, en contra (no importa: aquest partit, a l’Aran, compta amb 225 vots d’un cens de 6.643). La cosa rutlla. 

Catalunya, sense ser un Estat, ha respectat més que els Estats els Tractats internacionals. Ha satisfet, amb la susdita nova llei, els compromisos de la Carta europea de les llengües regionals o minoritàries. Es dóna una cobertura legal al foment i difusió de l’aranès en tots els àmbits: administratiu (d’ús preferent i normal), escolar (llengua vehicular), documental (els documents públics i privats en aranès seran vàlids), universitari (s’implementaran els estudis de filologia occitana) i toponímic (els noms oficials dels llocs de l’Aran seran només en aranès). Aquestes directrius seran feliçment vigents a l’Aran, a Catalunya i àdhuc, com preveu la llei (si ho permeten), a Occitània – l’acollida per part de la premsa francesa, de moment, ha estat freda: no n’ha dit res. Espanya i França, encara!, proven a fer oblidar tot el que no sigui castellà i parisenc.

RAS I CURT: LA LLEI DE L'ARANÈS ÉS INCONSTITUCIONAL

Per la vida mòlta:
dedicat al Lluís Gay

Avui dia, l’aranès té una protecció jurídica força superior a la del català. L’aranès és la “llengua d’ús preferent de totes les institucions de l’Aran, i en especial del Conselh Generau d’Aran, de l’Administració local i de les entitats que en depenen, dels mitjans de comunicació públics, de l’ensenyament i de la toponímia” (art. 3.a de la llei de l’aranès). Altrament, el català ha estat considerat “llengua d’ús no preferent”, tot i que “normal”, a l’administració i als mitjans de comunicació (d’acord amb l’anul·lació parcial de l’art. 6.1 de l’Estatut).

Un altre tret que sobta, tot comparant les dues llengües, és el relatiu a l’administració de la justícia. El cas és que el Tribunal Constitucional i el Suprem acostumen a estar en perenne pugna: es van posar d’acord, nogensmenys, per dir que el poder judicial espanyol és del tot indivisible. El seu argument és: tots som iguals davant de la llei. La sola resposta que podem donar és: això no significa que tots hem d’estar sota la mateixa llei. Que a Europa hi hagi tants poders judicials, com a mínim, com Estats, això no s’ha de traduir en què els europeus, davant de la justícia, siguem diferents i que, per tant, n’hi hagués d’haver un de sol.

El cas és que la Generalitat pretenia participar en l’elecció dels jutges i magistrats dels seus tribunals –en particular, del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. El Tribunal Constitucional digué que no, puix que això és una tasca del Consell General del Poder Judicial. La Generalitat volia escollir-los per valorar verament llur coneixement suficient de dret català i del català, a l’hora d’opositar. Vet aquí que el nostre valent Parlament, sense haver aconseguit això, es llença a legislar que “el coneixement de l’aranès es valora com un mèrit, en la forma que estableixin les lleis, per a la provisió de places del personal judicial i del personal al servei de l’Administració de justícia a l’Aran” (art. 9.2 de la llei de l’aranès).

La jurisprudència constitucional ja n’ha dit alguna cosa sobre l’aranès. Responent al recurs d’inconstitucional del senyor Trillo que també colpia el subarticle estatutari 6.5 (sobre l’aranès), el Tribunal diu: “cabe considerar al aranés como lengua española minoritaria [...] no podría dudarse de la corrección constitucional de calificarlo como lengua propia de Arán ni de concederle oficialidad”. I ens diu que és constitucional parlar de “ciudadanos de Arán” –cosa que, vés, havia estat posada en entredit. Ara bé, és obvi que la llei de l’aranès va força més enllà de la regulació estatutària i que, doncs, el contingut de la llei no està recolzat per la jurisprudència sobre l’Estatut. Virtualment, és inconstitucional –així com l’art. 75.2 de l’Estatut d’autonomia d’Andalusia és parcialment inconstitucional atès que és una còpia exacta de l’art 120.2 de l’Estatut català, anul·lat parcialment. Dementre, ningú no ha anat a Madrid per interposar recurs: l’Aran és poca cosa – des del punt de vista de les eleccions, no importa pas gaire. Si el posen, tot estaria ja decidit: retallarien, i anorrearien els primers drets que té el poble Occità com a tal.   

Les lleis són fruit de la voluntat del poble. El Tribunal Constitucional, tanmateix, ens diu: les lleis que tenen el recolzament directe d’un referèndum, això és, ratificades pel poble, poden ser anul·lades. La voluntat del poble té límits? Diguem no. No oblidem mai, jamai, que tot el poder constituent, per alzinar Constitucions i llençar-les a la brossa, la té i la tindrà el poble. Som-hi cap a l’Estat aranès dins l’Estat Federal Català!



Ja s'ha resolt el demanat dictamen al Consell de Garanties Estatutàries sobre la llei de l'aranès. La conclusió estableix: "Primera.- L’article 2.3.a del Projecte de llei de l’occità, aranès a l’Aran, quan estableix el terme «preferent» no és contrari a la Constitució ni a l’Estatut d’autonomia únicament si s’interpreta com a mesura de normalització, d’acord amb el Fonament Jurídic Tercer, punt 2, d’aquest Dictamen. Per això, amb la finalitat d’evitar equívocs, es proposa la supressió d’aquest terme. Adoptada per unanimitat". Ara bé, resisteix, resisteix, resisteix.

LES REGIONS FRANCESES

Els temps de Brel, d'harmonia valona i flamenca,
s'han d'acabar

Està clar: França és París. Ho és almenys política, administrativa i judicialment. La terra parisenca representa –això sí, democràticament– a tota França. La democràcia francesa és, doncs, les eleccions generals. Ara bé, l’arribada de la democràcia suposava que també hi haguessin eleccions regionals i municipals. Això, d’una banda, és una contradicció perquè les regions no existeixen per a París i, d’altra banda, resulta ser una tautologia, atès que els representats regionals, pensin el que pensi, són mers executius d’ordres. Tot plegat es tradueix en què no hi ha partits regionals ni regionalistes. Els partits francesos són París. 

A les eleccions regionals franceses del 2004 i del 2010 hi va haver un clar guanyador: l’abstenció (a totes les regions, més de 50% i, en certs casos, més del 60%). I sols quatre partits el 2004: Union pour un Mouvement Populaire, Parti Socialiste, Front national pour l’unité française i Union pour la Démocratie Française. I tres el 2010: Sarkozy va adonar-se que patia una malaltia mortal i va decidir ficar qualsevol seguidor dins d’un nou aplec dit Comité de liaison de la majorité présidentielle, PS i FN. Tots aquests partits coincideixen sobretot en l’objectiu de seguir perpetuant el centralisme. Les eleccions regionals són un terreny d’assaig per les generals. Veiem suara les dades d’un sistema electoral, com sabem, de doble gir –sense un 10% a la primera volta, no es passa a la segona.

Occitània (en parisenc, Midi-Pyrénées), a la primera volta, quasi la meitat dels vots (41.4%) se’ls endugué el Partit socialista agermanat amb els comunistes i l’esquerra radical. A la segona volta, el 57.5%. I els altres partits? Existeix un Partit Occitan –que es presenta a les mateixes llistes dels Verds i Alternatius– i que arreplegà, a primera volta, el 10,15% dels vots. A segona, estocada. A les eleccions d’enguany el Partit Occitan, directament, desapareix. Tornen a guanyar els socialistes –aquesta vegada amb una majoria del 67,8%– que obeeixen i executen ordres parisenques que s’incardinen a tot altre.

La regió que uneix un bocí d’Occitània i el Rosselló (Languedoc-Roussillon) va atorgar l’any 2004 una victòria del PS amb el 51,2% dels vots. A la primera volta, el representant dels regionalistes, Christian Lacour, va rebre el recolzament de l’1,27%, això és, de 13.538 persones. D’altra banda, el 2010 els socialistes tornaren a guanyar amb un 54% de vots. Va presentar-se un partit dit Lingue du Midi, mig regionalista, que rebé 6.086 vots, val a dir, el 0,7%. Mort.  

Iparralde i Occitània (confinades dins d’Aquitània) també va votar als socialistes el 2004, amb una majoria del 54,8%. Els regionalistes no tingueren un paper destacat. Enguany, el PNB es van presentar. Ara bé, matemàticament és ben bé impossible d’assolir, amb un vot circumscrit a Ipar Euskal Herria, un 10% a tota Aquitània, necessari per entrar al Consell Regional. De fet, a la regió van rebre el PNB el 0,66% –7.092 vots (tots, tret de 62, rebuts a País Basc francès). Mirem-nos-ho d’una altra manera, el PNB, als tres territoris bascos de França, rebé el 6,11% dels vots. També es va presentar Euskal Herria Bai (coacilició d’Abertzaleen Batasuna, Batasuna i EA). A la regió rebé un xic 0,02% dels vots. Ens adonem que convé parar atenció als detalls, això és, als resultats de les eleccions municipals, on també ha d’haver-hi democràcia. Veiem aleshores nombrosos ajuntaments controlats per partits bascos, com ara Hiriburu (amb Iriart, d’Abertzaleen Batasuna, que va copsar el 65% dels vots). Dementre, mort.   

El regionalisme d’Elsaß (Alsace) va viure millors temps. El partit que intenta aglutinar la veritat –això és, el fet que són alemanys i no pas francesos– es diu Elsaß Zeuerst (Primer, Alsàcia). El 2004, però, guanyà l’UMP amb una majoria tímida, del 43.5%. En quart lloc, EZ, amb el 9,42% dels vots –insuficient per a la segona volta. L’enguany aquesta xifra s’ha esfondrat: EZ ha passat a tenir la cinquena posició i el 5% dels vots. Cap a la mort.    

L'illa de Corsica no està còmoda amb el jou francès. No és una illa de majories contundents, ans de d’una inestable fragmentació política. El 2004 el partit més votat fou l’UMP amb 25,05% dels vots a segona volta. En tercer lloc i amb poca diferència de vots, apareix triomfant i fort U Partitu di a Nazione Corsa, amb el 17,34% dels vots. Hi ha altres partits regionalistes que, a la segona volta, acaben votant al Partit nacional cors. Aquesta tendència reeixí enguany donant-li de nou la tercera posició amb el 25,9% dels vots. Aquesta vegada, al seu costat, s’erigia un altre partit independentista, Corsica Libera, amb el 10% dels vots i la quarta posició. La cosa rutlla i prou bé. 


Només una conclusió. Les regions franceses no tenen competències, ans només delegacions executives encastades dintre d’una grossa burocràcia. Els índexs altíssims d’abstenció palesen que les eleccions regionals són una facècia. El nivell competencial d’un territori és directament proporcional a les decisions que es poden prendre sobre aquelles competències. Les decisions a França només es prenen al Parlament de París. Les regions no decideixen res i, per tant, és políticament impossible i, en tot cas, en debades, que hi hagi partits regionalistes amb voluntat de decidir afers propis de la regió. Per tant, el Rosselló, Occitània, Iparralde, Alsàcia i Còrseca no és que no vulguin decidir, sinó que no poden. La quantitat de decisions que es poden prendre és directament proporcional al nombre de partits polítics. L’asfíxia a les regions acabarà probablement convertint a França, precisament, en el tarannà de les decisions centralistes que pren, en un Estat d’uniformitat. Un Estat arriba a ser el que és quan pren decisions estatals. Tot està clar: o decidim o decideixen per nosaltres.